La producción de Biodiesel en Argentina.
Una decisión estratégica
Resumen Ejecutivo
La cadena de soja representa uno de los pilares de la economía del país, generando en forma directa e indirecta cientos de miles de puestos de trabajo, valor agregado, ingreso de divisas e importantes recursos fiscales.
El desarrollo de nuevos eslabones de agregado de valor es estratégico, además de generar más empleo diversifica nuestras exportaciones y el destino de las mismas, las industrializa y genera mejores valores para todo el complejo.
El biodiesel es uno de ellos, generando enormes inversiones en los últimos 6 años. Ante las restricciones impuestas por Europa a nuestro biodiesel, la industria llegó a trabajar en el año 2013 al 40% de su capacidad, sobre todo en las plantas de mayor capacidad de producción. Esto generó una enorme pérdida de valor para toda la cadena, pero las medidas tomadas a partir de mayo del 2014 de rebaja de la alícuota del derecho de exportación de biodiesel que favorecieron las exportaciones, más el aumento del corte obligatorio en el mercado interno al 10%, redundaron en una recuperación de la producción de biodiesel que permitió mayor ingreso y ahorro de divisas debidas a un aumento sustancial de los precios relativos del aceite y poroto de soja, y sustitución de importaciones de gasoil. Este efecto muestra la enorme importancia de sostener políticas que permitan agregar valor a la cadena sojera como una de las principales fuentes de ingresos a nuestro país. La baja del precio internacional del petróleo ha causado nuevamente una caída de las exportaciones a mercados discrecionales que se convirtieron en el principal destino luego de la caída del mercado europeo. Es fundamental contar con firmes políticas ante la OMC y otros organismos contra medidas de restricciones al comercio de productos elaborados, para poder continuar con una política agroexportadora con “Valor Agregado en Origen”.
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